El módulo 3, en el desarrollo de
la propuesta formativa del curso “diseño de ambientes digitales educativos”, constituye
el puente para pasar del abordaje teórico a la aplicación o puesta en práctica.
Del abordaje de los componentes
que conforman un ambiente digital, avanzamos al abordaje de las teorías del aprendizaje
más relevante por la notoriedad y por la vigencia en las actuales propuestas pedagógicas
y comenzamos a pensarlas aplicadas a distintos enfoques didácticos que derivan
en la construcción de “diseños instruccionales”.
En otras presentaciones y
entradas del blog, he comentado que la enseñanza no es una actividad simple ni
lineal. Es un proceso altamente complejo atravesado por una multiplicidad de
factores que la influyen y la configuran. Así como no puede pensarse desde una
sola teoría de enseñanza ni desde un solo enfoque didáctico.
Crear un diseño
instruccional siguiendo el Modelo ADDIE o Planificación Inversa supone desarrollar
muchos procesos que van desde pensar como son los destinatarios, en qué contexto
y con qué recursos aprenden, qué tareas son las más convenientes, en qué tiempo
y lugar hasta como constataremos los aprendizajes mediante la evaluación. Y todos
estos procesos si son ejercidos por un pensamiento pedagógico divergente,
creativo, intrépido y hasta temerario puede desencadenar una propuesta de
enseñanza poderosa, en su potencial, y memorable por su impacto en la memoria y
las emociones de los estudiantes.
En el siguiente link presento un
modelo de diseño instruccional pensado desde la “planificación invertida”.
Este
calificativo de "invertida" lo atribuyo a dos consideraciones:
- La planificación invertida supone dejar de lado la idea de planificar una clase empezando por el contenido a enseñar. El punto de inicio es tener claro que le propongo lograr al estudiante, como me demostrará que logró el aprendizaje y luego pensar en las actividades más convenientes. Los contenidos pasan a la sala de espera, ya que se seleccionan teniendo en cuenta los que son realmente necesarios en función de la tarea o experiencia que deben atravesar. En este punto, adquiere más fuerza la idea de contenido como “medio” para el desarrollo de habilidades y no como “fines” en sí mismos.
- Como el proceso de pensar una clase es tan complejo como la enseñanza misma, y que la planificación invertida supone aprendizaje, evidencia y actividad. Decidí “invertir lo invertido” y dí vuelta la secuencia: empezando por la experiencia, pensé los aprendizajes y las evidencias para constatarlos. Así surgió así surgió el diseño de una “planificación inversa” invertida.
Para contextualizar y cerrar: la
planificación se llevó a cabo, es la reconstrucción de una experiencia realizada
por estudiantes de segundo año del profesorado de matemática quienes asistieron
y participaron de una jornada institucional en la escuela asociada donde
realizaban distintos trabajos de campo como parte de su formación como
docentes. Primero pensé en la experiencia que me interesaba que atravesaran,
luego definí los aprendizajes esperados y, por último, seleccioné los contenidos
del espacio curricular que me parecieron más pertinentes. Y funcionales a los
objetivos.
Metacognitivamente hablando, cuatro imágenes
resumen mi estado de ánimo frente a la propuesta de la actividad 6:
Cuando leí por primera vez las consignas de la actividad:¡esto va a ser fácil de hacer! no hay TIC.
Cuando comencé a pensar en como resolver la actividad: ¡no entiendo nada y eso que me leí todo! ¿Por dónde comienzo?
Al terminar la actividad 6: No estoy segura pero si esperanzada... creo que salió algo interesante.
La entrada es muy completa y creativa. Seguramente la planificación tiene las mismas características.
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